El Puñetas de Tampico Contra la Industria Alimenticia.

Ya había hecho y desecho cuanto quiso en su empleo que me tuve que ver en la necesidad de correr de la empresa al Puñetas de Tampico.

Recuerdo aquel día cuando lo mandaron llamar para que fuera por su liquidación. La Rasa estaba jalando y yo observándolos cuando se estaba retirando. Había una pared que dividía a la rasa de la vista del Puñetas de Tampico y cuando lo mandaron hablar de hace unos segundo atrás, la rasa suponía que ya no estaba al otro lado de la barda cuando el Diokiz no se pudo aguantar las ganas diciendo…

Diokiz.- Si, que se vaya a la verga

Puñetas de Tampico.- Por eso guey espérame a que me vaya.

Risas.

Pasaron los días y la grilla principal que fue la causa de que se fuera, fue que el patrón se lo trajo de Tampico prometiéndole un buen sueldo y vivienda digna para que se trajera a la familia.

Así sucedió, pero el patrón solo pago a lo mucho los primeros 3 o 4 meses de renta. La casa estaba en las faldas del Cerro del Topo Chico, en la Escoria de Escobedo. Hizo amistad con El Viejo Del Costal que le enseño a elaborar Donas, las cuales le salían de la verga. Ricas si, pero no había nada relacionado que diera pauta a decir que estuvieran redondas, había hasta unas que le salían en forma de L.

De eso se querían mantener y quiso invadir unos terrenos junto con un chingo de gente por lo cual le iba a dar a una lidereza 5000 pesos para el “traspaso”. La próxima casa la quería para ya no pagar renta y así emprender el negocio de pan que tenia en mente. La colonia se llamaría La Esperanza.

Para levantar dicha empresa fue al negocio y nos solicito tarimas, lamina y cartón para el tejaban mientras se establecía. También se llevo unos cuantos cientos de metros de cable para luz, ya que debía colgarse a una distancia muy larga.

Mientras la rasa cargaba uno de los camiones de la empresa…

Diokiz.- El Cable para que lo quieres guey?

Puñetas de Tampico.- Para colgarme guey, pos no hay luz.

Diokiz.- Y a todo esto como se va a llamar la Colonia o que?

Puñetas de Tampico.- La Esperanza.

Diokiz.- La Esperanza de que no los corran a la verga o que?

Risas.

En fin. El Puñetas de Tampico después de buscar tanto jale no encontró, solo uno relacionado con lo que había aprendido del Viejo del Costal, las Donas. Se metió a una filial del Grupo Chapa que apenas empezaba a formar lo que después se llamaría el concepto de comida rápida en los 7 Eleven como Big Lunch. En aquel tiempo solo hacían pan. El Puñetas de Tampico sea lo que fuere con su estilo de preparar Donas tan vergeramente, sabía algo del ramo aprendido en su tierra, hacia Pasteles, Conchas, Bolillos, Rosca de Reyes, etc. En dicha empresa ya tenía una semana y el Encargado de la línea de Producción había renunciado. El Gerente de la Planta puso al Puñetas como supervisor a lo que inmediatamente pidió aumento. Ya tenia una semana en el puesto y lo tenían de supervisor, se merecía mas salario decía el.

Eran momentos de gloria para el Puñetas de Tampico, al parecer el Sueño Regiomontano se le estaba dando sin mucho esfuerzo. En la Planta tenían un control de calidad y de producción envidiable de cualquier empresa. Dichos controles hacían que los productos salieran sin defectos, mas que por una pequeña parte del total producido. Lo poco que salía defectuoso era por que los mismos panaderos pellizcaban el pan para que así Calidad los quitara de la línea. Dicho Pan era tirado a los Contenedores de Basura fuera de la planta. El Personal de la línea al igual que el Puñetas metían en bolsas el Pan defectuoso y ya estando en los contenedores de basura lo sustraían para llevárselos a sus casas al finalizar el turno.

El Puñetas ya no aguantaba su jerarquía y volvió a pedir aumento. A la semana de haber entrado lo corrieron por grillero. A las tres semanas huyo de la ciudad.

Por cierto en una ocasión me hizo un Pay de Piña que nunca se lo pague. Regreso a la ciudad después de un año de fuga y me lo reclamo, le dije que no sabia bien, que la mermelada estaba muy alterada. Hubo un día de Reyes que nos hizo rosca. Fue muy gentil de su parte, pero a casi toda la rasa le dio asco debido a que por fuera se veía con madre la pinche rosca, pero nunca habíamos probado un pan de color Naranja.