miércoles, 3 de octubre de 2007

La Pared. El despertar de Laura. Capitulo 1. Cuarta parte de cinco.

La desato y la llevo en sus brazos a una especie de mesa en X doblada. Ato sus muñecas al extremo superior y sus tobillos a la parte inferior, únicamente apoyando su estomago, sus brazos y sus pies. Puso una correa de cuero para que apoyara su frente. Laura se sintió vulgarmente expuesta y vulnerable. Su trasero quedaba más alto que su tórax. Podía levantar parte de su cuerpo empujando con sus piernas. Sus senos colgaban libremente e hizo que se sintiera abochornada. Estaba completamente abierta. Sentía un desquiciante cosquilleo en su ano y en su vagina. Supuso que por la vergüenza. Balta comenzó a untarle aceite y al mismo tiempo suministrándole un desquiciante masaje, en sus brazos, en su cuello, en su espalda, en sus senos, en su cintura y en su vagina. Laura comenzó a sentirse muy excitada.

Laura.- Ooohh!, aaayyyy!, aaahhh!, siii..
Balta mordisqueo sus chamorros, muslos y trasero. Su lengua recorrió su vagina.

Laura.- Ooohh!, aaayyyy!, aaahhh!

Sin poderse defenderse de sus ofensas, introdujo su lengua dentro de su vagina.

Laura.- Ooohh!, aaayyyy!

Una de sus manos acariciaba sus senos y la otra sus nalgas e involuntariamente comenzó a agitar su cadera. Al principio con inseguridad, vergüenza, aferro sus manos de donde estaba atada. Apoyo sus codos, levanto su tórax, giro su cabeza para ver a Balta que estaba arrodillado detrás de ella. Se arqueo y comenzó a agitar su cabellera, a jadear y gemir.

Laura.- Ooohh!, aaayyyy!, aaahhh! Profeeeeee!!!!!!

Los espasmos se adueñaron de ella y comenzó a sentir las contracciones en su vagina acompañado de un hormigueó en todo su cuerpo. Laura movía su trasero sin control alguno y fue entonces cuando se detuvo. Era como si se hubiera dado cuerda. Por unos instantes siguió agitando sus caderas cadera de adelante hacia atrás, pero no le permitió alcanzar el clímax. Laura se sentía muy húmeda, sudorosa, abochornada y caliente. Balta se dejo caer en su sillón frente a ella, Laura miro su rostro y barba que estaban húmedas. Su cuerpo estaba bañado de sudor, jadeaba con violencia, sus ojos estaban inyectados de lujuria y de deseo, su pené era grande, portentoso, a punto de estallar, por unos instantes deseo que la penetrara de una vez por todas. Deseaba sentirlo dentro de ella, mas al ver sus ataduras, nuevamente afloro en ella el odio, la impotencia, la vergüenza y la repugnancia que sentía por ese profesor de 40 años

Balta.- Mamita, eres bien cachonda, creí que me ibas dar batalla, ahora sí me gane un rico y apasionado beso contigo.

Se acerco a ella, sacando y moviendo su lengua como víbora.

Balta.- Vamos mamita bésame.

Laura lo rechazo

Balta.- Te he dado lo que necesitas, te he tratado de la mejor manera y así me respondes. Me desconoces guerita?

Balta camino hacia donde tenía la maleta. Ella lo siguió con la mirada. Nuevamente comenzó a sentir miedo. Regreso con un especie de látigo en la mano. Se sentó frente a ella y dio un golpe con el látigo en el sillón lo cual provoco que Laura se asustara y comenzó a rogar.

Laura.- Noo por favor, no me pegue, haré todo lo que usted me pida.

Balta se puso de pie. Paso su mano por su rostro y deslizándola por todo su cuerpo se ubico detrás de mella.

Balta.- Hija te has portado muy mal, papi va a castigarte por tú bien, este látigo es de un material muy especial, no produce corte alguno, pero si mucho dolor y enrojecimiento en la piel.

Laura.- Nnnooo por favor, no, no, nnnooo aaayyyy! por favor, deténgase se lo ruego.

El primer latigazo fue muy doloroso para ella. Sintió el terrible dolor en sus posaderas. Grito, imploro, pero el seguía castigándola con el látigo. Se detuvo para lamerla violentamente en su vagina y su ano. Se puso de pie y reanudo el castigo con el látigo. Laura perdió la noción del tiempo entre estímulos linguales a su vagina, ano y castigo con el látigo, hasta que ya no pudo más y perdió el conocimiento. Cuando se recupero el conocimiento, estaba dándole un masaje donde antes la había castigado. Mirándola con ironía y con sarcasmo.

Balta.- Ya despertó mi niña, verdad que vas a portarte bien y hacer lo que papi quiere ó te aplico otra tanda de latigazos?

Laura.- Ya no me castigue, haré lo que usted quiera.

Continuo masajeándola. Deslizo un dedo dentro de su ano con poca resistencia de su parte.

Laura.- Nnnooo aaayyyy! nnnooo, nnnooo.

Se sintió terriblemente avergonzada, humillada y usada. Primero fue un dedo, luego se lo hizo con 2.

Laura.- Aaaayyyy!

Así estuvo por unos instantes, metiéndoselos y sacándoselos muy lentamente. Saco sus dedos y le dio una fuertísima nalgada que la hizo arquearse de dolor. Se sentó frente a ella retirando un guante plástico de su mano.

Balta.- Tú chiquito, redondo y apretado culito te lo acabo de dejar bien lubricado. Ahora si mamacita me gane un beso apasionado contigo.

Unió su boca a la de ella. Laura no tubo mas remedio que corresponderle. Introdujo su lengua y ella se la acaricie con la suya. Mordió sus labios, apretó sus senos y Laura comenzó a jadear. Por momentos el se retiraba y ella lo buscaba. Besaba tan rico que ella quería abrazarlo y que el abrazara su cuerpo deshaciéndose de su pasión encendida. Laura le pidió que la desatara.

Balta.- No mamita primero necesito venirme yo en tú boca.
Acerco su pené a unos centímetros de su cara.

Balta.- Chupamela y dame la paz que tanto necesito.

Ella respondió e hizo una mueca de asco e intento alejarse a la medida de sus ataduras.

Balta.- Dijiste que ibas a hacer lo que yo quisiera, así que vamos quiero que me des una mamada con tu deliciosa boca.

Laura.- Pero eso no.

Balta.- Ni modo mamita tuviste tu oportunidad.

Se sentó en el sillón y lubrico su pené con algo aceitoso.

Laura.- Que vas a hacer.

Balta.- Adivina mami, déjame darte una ayudadita, es chiquito, redondo y apretado.

Con miedo Laura respondió.

Laura.- Tú quieres matarme.

Balta.- Piensa por un momento en las cosas que han salido por ahí, que lo que yo te voy a meter ahora.

Se puso de pie y Laura comenzó a implorar

Laura.- Nnnooo por favor, no, no, por favor, nnnooo…

Ella al seguirlo con la mirada y verlo de pie detrás de ella, se sintió completamente indefensa con miedo y vergüenza. Su pene lucía desafiante y rígido como un palo de escoba. Tenía miedo que le hiciera daño. La mirada de Balta estaba fija en su trasero. Acerco sus manos la tomo con violencia de sus muslos deslizándolas hacia sus posaderas. Acerco su pené. Al rozarla con su pené en su trasero, Laura movió sus caderas para defenderse. Balta coloco sus manos en su cintura acercándosele.

Balta.- Eso es preciosa incítame la verga con tu maravilloso y cojible culo.

Ella se detuvo fatigada. Sus manos atenazaron su trasero y empujándola hacia abajo.

Laura.- Aaaayyyy! nnnooo, Nnnooo por favor, ya no, Ooohh!

La penetro y a pesar de la lubricación el dolor fue espantoso. Se sintió desmesurablemente profanada. La lubricación fue para que Balta no batallase en clavarle su pené. Conforme se lo fue introduciendo cada vez mas, hasta sentir que sus testículos golpearon en su perineo. Se dejo caer encima de ella. Sus manos se posesionaron de sus senos.

Balta.- Tú culo me pertenece, ya eres mía chiquita, no te resistas, relájate en unos instantes te prometo que el dolor habrá desaparecido.

Mordisqueo sus orejas. Con una mano enrollo su cabello y lamió su nuca y mi cuello, sus hombros. Laura intento relajarse. La tenía vergonzosamente empalada. Su esfínter protestaba intentando expulsar al intruso en cada contracción involuntaria de su parte a lo único que la obligaba era sentir la magnitud de su pené alojado. La vergüenza de sentir su ano terriblemente ensanchado con violencia la embistió lentamente. Su mano izquierda froto su vagina sin penetrarla. Laura empezó a sentirse muy excitada.

Laura.- Y aaayyyy! nnnooo puedo, no puedo, aaayyyy!, aaayyyy!, aaayyyy!

El primer orgasmo en su vida fue violento, delicioso y placentero. Provocado por un hombre que aborrecía hasta lo más profundo de su ser. Se acomodo y coloco su brazo derecho a un lado de su cintura, ligeramente inclinado y con su otra mano estimulando su vagina. Contra su voluntad su cuerpo se adapto al ritmo de sus embestidas. Laura escucho el golpe de su trasero en el vientre e el al chocar sus cuerpos con violencia. Comenzó a experimentar un sinfín de orgasmos al sentir las contracciones del pené en su ano. Eyaculo dentro de su cuerpo. Al mismo tiempo su mano estimulo con violencia su vagina. Laura volvió a venirse violentamente. No recordó bien lo que paso después, en el momento en que recupero la cordura, ya se estaban besando apasionadamente. Al sentir su esfínter contraerse y sentirse completamente empalada.

Laura.- Ooohh! que me hiciste hacer, yo no quería, desátame por favor.

Laura sentía unas ganas terribles de obrar. Volvieron a besarse. Sonriendo Balta.
Balta.- Hermosa niña, me has hecho muy feliz, y se que tu también lo has sido. Te has comportado como una verdadera mujer, de buena gana te culearía todo él día, pero debes estar muy cansada y adolorida.
Se levanto y se la saco muy lentamente. La desato y la ayudo a llegar al baño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario