sábado, 8 de marzo de 2008

El Tío.

El Tío era el apodo de un pendejo que se dedicaba a la compra y venta de chatarra. Tenía una camioneta de 3.5 toneladas pintada de azul. Obviamente le valía a los Rayados. Dentro de la camioneta tenía el asiento de una sola pieza tapizado con la franja blanca y azul. En el tablero una serie de adornos incluyendo el volante. Siempre el con su playera de los Rayados se dio una ocasión que en una carne coincidimos.

El Tío.- ¿Y tú a quien le vales?

Chavo.- A Nadie.

El Tío.- ¿Cómo? No es posible que no le valgas a nadie, a alguien tienes que valerle.

Chavo.- La verdad el fut bol local me es estutido, no se que le ven a esos gueyes, juegan de la verga… ¿O dime tu que les ves? ¿Las piernas? Yo acepto que una vieja vaya al estadio a ver las piernas de esos gueyes, asi como a mi me gusta ver el tenis femenil o el Voley de playa femenil, pero eso uno solo rato, para ver las piernas de las viejas, muy probablemente esos gueyes sean jotos, se besan después de un gol, se bañan encuerados viéndose las pelotas, juegan de la verga no se que les ven.

La platica término y semanas después.

Don Téllez.- Tu eres muy inteligente y sabes mucho, pero tienes un problema.

Chavo.- Yo se a que se refiere, a la forma de que le hable al guey ese que mama a los Rayados el otro día, se que pudimos haber terminado a chingazos, no se que tan fanático sea el guey ese, pero si la regué en hablarle al chile.

Don Tellez.- Asi es, no sabes con quien te vas a topar. Cuidado.

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