sábado, 8 de marzo de 2008

Violencia.

Siempre he estado en contra de la violencia, siempre he sido justo con las personas, pero bueno, eso vale madres ya que soy el Chavo, es la imagen contraria que se tiene de mi sobre la violencia.

Ya sea por las majaderías que digo, mi filosofía sobre las cosas o situaciones sociales, o bien, por lo temeroso que puedo llegar a ser, tengo la fama de ser violento.

El pasado miércoles en el mariscos mientras Marco me comentaba sobre las dos rucas que entraron al lugar solo para ir al baño seguidas por un guey, todo transcurría normal, pensé que hablaba de nalgas o que trataría de hablar sobre una de ellas que estaba buena, el pedo es que salio con la mamada de que el vato se puso medio celoso o que se clavo y que por el momento Marco pensó que se iban a ser los chingazos.

Lo anterior me molesto, cierto es que siempre estoy al alba de que los amigos o camaradas no la rieguen al decir o actuar de tal manera de que pudiesen generar pleito, no soy una persona violenta. Quizás sea por que he vivido tanto eso a mi alrededor que no me causa la sensación de estar siempre caliente. Al menos que me provoquen.

El pasado jueves ya para dormirme era muy temprano, casi las 8:30 de la noche cuando escuche 5 o 6 disparos. Los escuche en la esquina de la cuadra. Al día siguiente mi hermano me recalco varias veces que no yo no había salido a ver que había pasado. Lo cierto es, que los balazos no fueron en la esquina de la cuadra, sino enfrente de la casa. Pasaron unos gueyes echando bala con una automática nomás de mamones, de rato la policía llego y recogió los casquillos.

Sabían que eran balazos, me iba a acostar para dormirme, me valió totalmente madres, no hice ni por asomarme por la ventana.

Hoy es el clásico, hablando de violencia y de clásicos…

No hay comentarios:

Publicar un comentario