lunes, 14 de abril de 2008

No se que escribir.

Escucho la Revolución de Emiliano Zapata. Como pudo un grupo tan chingon terminar en lo romántico. En fin.

No se que escribir, no se me ocurre nada y tengo que escarbar en mi mente que habrá por hay. Se me ocurrió hablar de los amigos perdidos. Uno de ellos es el Gordo, un amigo de la infancia que se cambio de colonia, ya hablare de el. El Gaspar, un amigo de la secundaria que termino en las Drogas, su mejor piropo a alguna vieja era decirle “¡PANOCHUDA!”. El Crank… En fin, cuantos personajes han pasado por mi vida.

Se me acaba de ocurrir El Leal. Pero Leal es Leal, de ese guey se necesita una enciclopedia con varios tomos., de hecho casi relaciono ese apellido, Leal, como sinónimo de desgracia. Algún día me daré la tarea de escribir todo un mes sobre ese guey. Creo que es el único personaje del cual podría escribir mas de un mes sobre su vida de mierda. Aunque el Acoplado -El hijo de toda su putisima madre- podría superarlo

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