Supe de un guey que al igual que sus carnales le encantaba el pedo tanto que no aportaban ni madres a su casa. Tan es así que la madre de ellos taloneaba y era mesera en una cantina.
Un día, el guey agarrando el pedo en la cantina en compañía de sus amigos del barrio, ya al punto pedo empezó a llorar ya que la raza le empezó a tirar carro y en tal estado le menciono a su jefa.
Guey pedo llorando.- Nombre jefa ya no quiero que trabaje…
Madre.- Hay mijo. ¿Ya me vas a sacar de trabajar? ¿Ya te pondrás a trabajar?
Guey pedo llorando.- Nombre, váyase a otra cantina aquí me esta quemando con la raza.
lunes, 14 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario